viernes, 16 de mayo de 2014

Intenciones

Voy a escribirte como nadie antes lo ha hecho.
Voy a hacerte poesía y te va a gustar.
Y sí, es una amenaza.

Me voy a creerme capaz de comerme el mundo,
pero solo si vienes con la sonrisa puesta
y ganas de contagiarte de mi locura.

Estar cuerdo está pasado de moda,
ahógame en tus palabras,
asfixia mis dudas en las notas de tu voz,
en los recónditos suspiros de tu boca
cuando me llamas.

No tengo nombre de musa,
pero podría hacerte soñar,
convencerte de rozar
el cielo con tus dedos.

Podría, podría soñarte,
imaginarte desnuda recorriendo mis dudas.

Y podría, podría romper tus miedos y los míos,
y enamorarte de mi vacío
y cargar de futuro el tuyo.

Que si me dejas te elevo,
te llevo a mil lugares perdidos,
te rompo los esquemas de siempre,
sonrío a tu mal humor al despertarte,
abrazo tus vueltas en la cama,
acaricio tu manera de desearme,
y si me dejas, sonamos juntas.

Pero sonamos juntas convirtiendo cualquier
canción de mierda que suene en la radio.
Cualquier viejo éxito de los ochenta,
que reinventemos a medias con nuestro
inglés medio pasable.

Y si quieres tocamos juntas,
o nos sentamos frente al mar,
como quien no quiere la cosa,
como quien lo ha encontrado todo
y solo quiere dejar de buscar.

Y si quieres, solo si quieres,
le pongo un 'mi' a todos tus nombres,
a todos los apodos que se me ocurran,
a todas las maneras de llamarte,
a gritos, entre susurros, rozando tu pelo
o perdiéndome en cada letra que te compone.
Y lo mismo, le añado ese pronombre,
a tus domingos por la noche y tus lunes
por las mañanas.

Y te salvo del mundo, sin capa,
sin pautas, improvisando por tu espalda.
Y si quieres conservo tu manera de verme
y de cambiar el rumbo;
con la sonrisa de quien merece la pena esperar
toda la puta vida.


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