Vamos a recuperar el arte de equivocarnos.
Vamos a rescatar la valentía de mirar
a los ojos a quien se apodera de tu sonrisa.
Que si el romanticismo se muere,
no sea por nuestra culpa.
Y si nos pasamos de la raya,
culparemos a la poesía y a tus versos,
y a su manera de hacerme ver el mundo un poquito más bonito
hasta los martes y 13 a las siete de la mañana.
¡ENAMÓRATE! en mayúsculas.
Guíñale el ojo al futuro, entierra al pasado en su ataúd de nostalgia.
Y sueña.
Invéntate mil vidas, mil rutas aéreas a mi lado.
Si nos da por bailar en la cuerda floja,
si nos da por apostar a doble o nada y la ruleta no quiere ayudarnos.
Entonces, entonces es que es hora de quitarnos los zapatos,
de que me lleves contigo a mundos desconocidos,
por el hilo de tu voz, a desterrar el tiempo perdido.
Entonces será hora de despertar de nuestro nihilismo,
de la monotonía y de los días grises, ven a darme co(a)lor.
Si quieres bailamos, si quieres te inspiro,
si quieres te olvido, pero llévame contigo.
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