sábado, 27 de septiembre de 2014

Fiebre del sábado noche.

Se fue el verano.
Las noches de lluvia y sudaderas vuelven.
Vuelvo a perderme.
El otoño amenaza,
la brisa y no tú, acaricia mi pelo.
No pensaba escribir, intentaba resistir al vacío que provoca
contar mis sentimientos a una fría hoja de word,
aquí, encerrada en mi habitación.
Y tú en la tuya. Ojalá que.

No quiero ser un nombre en tu lista.
Ni un sueño desgastado.
No sé pasar revista a tus sonrisas sin necesitarlas.
Hace una semana besabas mis labios y mis ganas.
Hace siete días, bailabas, reías y conmigo dormías.

No sé no echarte de menos.
Ni avanzar sin sentir tus dedos entrelazados con los míos.
Me preguntan por ti. Y no quiero responder (en pasado).
Me preguntan qué te vi. Y solo sé alegar que me hiciste creer,
romperme por tenerte, rasgar los miedos, saltar al vacío por sentir tus ojos
perdidos en los míos. Solo sé responder que lo vi todo.

No quiero no estar a tu lado. Y no pienso 'morirme de ganas de decirte
que te voy a echar de menos'.
En noches como esta, la soledad se cuela en tu lado de la cama
y me cala dentro.
Y el frío se ríe de mí sin ti.
Todas las canciones me hablan de tu forma de bailar,
de soñar, de hacerme mejor persona.
Ven a pudrirte conmigo.
Huelo tu perfume y me vuelvo loca, de lo mucho que te necesito.
De lo profundo que es el abismo sin tu mano,
y lo feas que son las calles llenas  donde busco tu mirada
entre la grisácea gente.
De lo que odio los semáforos en rojo si no son excusa para acercarme a tus brazos
a cruzar corriendo y sin mirar (de tu mano y por mirarte).



Contigo no me sale ser cobarde, huir (aunque mi subconsciente
lo preferiría así).
Dime ven, lo dejo todo.
Espérame, sube a mi tren.


martes, 9 de septiembre de 2014

Viaje se escribe con'tigo',

'Déjame que me estrelle con tu boca',
deja que tus ojos se pierdan en los míos.
Y nuestras ganas empaten a necesidad 
mezclada con tintes de futuro.

Sube a la caótica caravana de mi vida,
yo pago la gasolina,
acelera,
abre la ventanilla, que escapen los miedos,
atropellemos las dudas.
Sonríe al horizonte que nos espera impaciente.
Sube el volumen, cántame a gritos que el mundo
no existe, que me quieres tuya. 
Cógeme de la mano.

Vamos a bajarnos en la primera estación de servicio,
perdamos las maletas,
recojamos mil instantes,
riámonos de la Luna
que no nos alcanza, que no te hace sombra.

Persigámosla desde el coche,
hasta quedarnos sin fuerzas.
Recorramos mil carreteras deseando ser descubiertas
por nosotras.
Abandonemos el camino, 
vamos a inventar el nuestro.

Salgamos al descampado,
gritemos al invierno nuestros sueños,
puede que te proponga huir del país,
abrázame por la espalda,
vayámonos a París.

El tiempo pasa por el espejo retrovisor,
tu sonrisa contra la mía,
agárrame fuerte,
no me sueltes,
'no sé nada del amor, pero si nos para la policía
diré que toda la droga es mía',
Cuelga tus pies de la ventanilla,
susúrrame que vas a cualquier parte
del mundo conmigo.

Bailemos cualquier canción que nos depare el camino,
no creo en el destino,
ni en la magia,
en que las canciones de amor no lleven tu nombre;
creo en que cada día es una razón más
para llamarte mi golpe de suerte particular.
Creo en ti y en mí.

Quiero una v(ida) contigo, sin billete de vuelta.