domingo, 15 de septiembre de 2013

Oda a la Luna {vano intento de ello}

Noche,
cerrada,
centro de una gran ciudad {cualquiera}.
Se oculta entre las funestas sombras,
no quiere ser descubierta, no quiere
ser encontrada, se asoma al filo
del mantón negro que cubre el ambiente,
con disimulo, con pánico a ser hallada,
se vaticinan cambios, un nuevo principio
o finales nuevos.

Lo advierte mientras le busca, pero él
él ya se ha ido, hace apenas unos minutos,
dejando un rastro de luz tras de sí.
Inconfundible halo que alumbra hasta
los recónditos rincones de aquella triste ciudad.
Triste, triste porque él se va...
porque él, él, ya no está...

Ella se pone su blanco velo, como si 
de una mantilla alegre y fiestera en
las fiestas de un pequeño pueblo fuera.
Se asoma de nuevo, ¿visualizas la escena?
ella se abre paso entre el negro telón,
saluda a sus compañeras de noche, 
asiste puntual, sin perder un segundo.

En ese instante, la triste ciudad, se
inunda el ambiente nocturno
de la luz de su nostálgica sonrisa.
Ella, objeto de deseo de poetas,
musa de aprendices a escritor, 
y modelo de ojos tristes {como yo}.

Intento de 'Oda a la Luna'
{Pido disculpas por la osadía de escribirle a ella y de fingir que estará a su altura, pido disculpas asimismo por la nula concordancia de versos y rima libre empleadas}.








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