viernes, 2 de enero de 2015

Declaración de des(amor) propio

Declaración de des(amor) propio.

No te enamores de mí porque sé escribir y puedo convertirte en todo aquello que jamás has imaginado.

No lo hagas porque podría envolverte con la delicadeza de un regalo de cumpleaños que acaba abandonado en un contenedor para niños pobres.

No te enamores de mí porque los poetas mienten más que escriben,
mueren más que viven
e idealizan unas diez veces por segundo.

No te enamores de mí porque llevo por bandera una puerta secreta a diez precipicios y un himno que encanta con voz de sirena.

No lo hagas porque pierdo más batallas que gano y en ninguna se me ha visto levantar un paño blanco.
Nadie me ha visto contar diez jugando al escondite porque me salto nueve, descubro mis ojos y huyo de vuelta a casa.

Nadie me ha visto sonreír un domingo y juro que la guitarra es lo más bonito que han tocado mis manos.
Ten cuidado porque odio los puzzles pero sé ser la pieza que falta a todos los rompecabezas,
el número que soluciona un sudoku,
la palabra con la que empiezas el crucigrama.
Ten cuidado porque escribo más que leo, duermo más que sueño (y sueño y sueno utópica a partes iguales).

Pero sobre todo, cuídate (de mí)
porque lo mismo te hago bailar libre, despeinada, con la respiración y la vida alborotada. Y te enganchas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario